"Encontré las cuchillas y la espuma de afeitar en el armario del baño, bien al fondo, tras los paquetes de toallitas y algodón, señal de que nadie las había usado en mucho tiempo. Lo llevé al baño, llené el lavabo de agua templada, le pedí que inclinara el reposacabezas hacia atrás y le puse una toallita caliente sobre el mentón.
—¿Qué es esto? ¿Vas a abrir una peluquería? ¿Para qué es la toallita?
—No lo sé —confesé—. Es lo que hacen en las películas. Es como el agua caliente y las toallas cuando alguien está de parto.
No le veía la boca, pero los ojos se entrecerraron, divertidos. Deseé que siguieran así. Deseé que fuera feliz, que desapareciera de su rostro esa mirada angustiada y alerta."
No he leído el libro ^^
ResponderBorrarBuena escena ^^
Besicos :D